Resulta sorprendente que en este país suponga un delito defender los Derechos Humanos y ejercer el derecho a la libertad de expresión de forma pacífica.
Seis activistas prosaharauis fueron arrestados en la mañana de ayer en el Congreso de los Diputados cuando se iba a votar una iniciativa que instaba al Ejecutivo a condenar los incidentes violentos durante el desalojo del Campamento de la Dignidad.
Cuando los activistas gritaron ¡Sáhara Libre! el Presidente de la Cámara José Bono ordenó que fueran expulsados, detenidos y trasladados a comisaria.
El Grupo Parlamentario ERC-IU-ICV que había invitado al Parlamento a dichos activistas ha declarado que el arresto fué desproporcionado.
Por otro lado la moción que se aprobó es insuficiente, elude señalar culpables y no menciona la responsabilidad marroquí, según los movimientos de apoyo al Pueblo Saharaui, ya que se condena la violencia de manera genérica como si viniera de ambos lados, cuando, en este caso, hay un criminal y una víctima.
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